Vendido / Sold
Esta obra se constituye como un digno reflejo del universo abstracto de la obra de Lecea, en donde confluyen los grandes opuestos de la pintura, desdibujándose así la frontera entre abstracción y figuración, sumergidas en un diálogo atemporal que destila el carácter inconfundible de la trayectoria de este pintor zaragozano, viejo "lobo solitario" de la abstracción Zaragozana en el s. XX, aunque puntualmente vinculado a la trayectoria del Grupo Zaragoza.